EL CARTEL DEL SKA, UN SISTEMASONORO-RESISTENTE.
La música como posibilidad de integracionesalternativas.
Entrevista a Iván UlloaAv. 32 No. 13-45, piso 3, Bogotá, Colombiatel. (57-1) 2 32 23 [email protected]
En un escenario como Bogotá es posible encontrar expresiones juvenilesurbanas que enuncian posturas de resistencia desde diversas manifestacionesartísticas y adelantan un trabajo político de denuncia que propone nuevasmaneras de acción y comunicación. En este contexto se encuentra el colectivoSistema Sonoro Skartel, proyecto creado por un grupo de jóvenes que, apartir del aprendizaje musical y las opciones políticas y de vida, asumen lamúsica como vehículo de denuncias sobre las desigualdades y la realidaddeshumanizante que están presentes en las sociedades de hoy.
En 1993, después de la desintegración de “Justicia Natural”, agrupaciónmusical defensora de la naturaleza y que trabajaba en pro de una sociedadhorizontal, se da inicio a una apuesta musical conocida en sus inicios comoSkartel, el cartel del ska, denominación que pretendía dar una respuestacultural a la fuerte incidencia que por aquella época tenían en Colombia loscarteles de la droga. Skartel trabajaba con ritmos del reggae y el ska, a losque fusionaba con el punk y el Oi, entre otros. Su actividad estaba influenciadapor la necesidad de expresar a través de la música sus lecturas y propuestasrespecto de la realidad social, haciendo énfasis en la construcción de unasociedad diferente, en donde fuesen posibles la justicia natural –digna eigual de valiosa que los seres humanos, sin valor útil– y la sociedad horizontal
El cartel del Ska, un sistema sonoro-resistente
–fuera de utilitarismos y jerarquías–. Por eso sus escenarios y espacios deexpresión han sido manifestaciones públicas, encuentros políticos anarquistasy de izquierda o encuentros en barrios que han sido tomados por la población. De esa manera se mantenía en escenarios de la cultura popular.
Con el tiempo, este Cartel del Ska cambia su nombre y entra a llamarseSistema Sonoro Skartel, adaptación que pretendía dar cuenta del contenidomusical de la banda, producto de la derivación de nuevos músicos y estilos,dentro de los cuales se incorporan elementos de la música electrónica eimágenes de video, sin dejar de lado su postura política por la construcciónde una nueva sociedad. En la actualidad hacen parte de este proyecto unvideo DJ y un MC (cantante de hip-hop) que intenta reunir la herencia dedistintos movimientos urbanos y tendencias (hip-hop, ska, punk, reggae yelectrónica).
A partir de la experiencia vivida nace una serie de proyectos con base política,social y de justicia natural, que convierten aquello en un colectivo que articulay se articula a diversas experiencias, como Caos y Control (asociación culturalen la que participan varios grupos musicales con postura política, los cualesrealizan conciertos políticos, foros y conferencias), Vivo Arte (reunión deartistas de cualquier expresión que, a través de festivales anuales y museosvivientes, lanza mensajes profundos sobre la construcción de nuevassociedades y denuncia la violación de derechos humanos y naturales, con elfin de ponerle un espejo a la sociedad para que entienda lo que sucede através del arte); Piso 3 (reunión de tres colectivos –Ecomutual, Vivo Arte yFundamental– que presentan un espacio físico para la denuncia y la expresiónen un centro de poder como el Centro Internacional de Bogotá); Cayste(colectivo que busca liberar a las víctimas de las secuelas de la guerramediante trabajos de expresión psicosocial y derechos humanos, haciendomemoria y con ello despertando la denuncia de expresiones artísticas, comoel teatro).
Como resultado de la participación del grupo en estos espacios colectivos,su actividad política se vuelve acción, por tener como objetivos los de servirde herramienta de comunicación y denuncia de la población afectada por laguerra, ofrecerse como ente de comprensión de las realidades, dejar unmensaje profundo en las sociedades y apoyar de manera decidida la creaciónde una cultura de la resistencia contra el imperialismo y la desigualdad. Por
tanto, su propuesta es construir resistencia, siendo lo popular el terrenosobre el cual se expresan y reconociendo a la cultura como una forma devida y una manera de articular e integrar su resistencia en la cotidianidad yen los demás espacios.
Sus movilizaciones y sus luchas son construidas desde lo artístico, “para elpueblo y no para las elites”, afirma Iván, uno de los integrantes del colectivo. Participan en las luchas de diferentes comunidades, presentan actos artísticosen apoyo a comunidades neutrales y de paz y se solidarizan mediante lamúsica, pero igualmente a través de la elaboración de “fanzines” ycalcomanías que relatan sus problemas y sus denuncias, y tomando parte enactos políticos, como manifestaciones. Un ejemplo de ello ha sido suparticipación en un concierto organizado por un colectivo de jóvenes deGachancipá, municipio de Cundinamarca, y en un foro de derechos humanosrealizado en Medellín del Ariari, corregimiento del municipio de El Castillo,en el Meta.
Esta experiencia origina una serie de integraciones y provoca la fusión deelementos y géneros musicales con posturas políticas de resistencia quetrascienden las fronteras mundiales; originan articulaciones entre gruposde trabajo y colectivos del ámbito local y se comunican con otras experienciassimilares, con el fin de compartir información y divulgar eventos y denunciasen el ámbito regional y aun mundial. El grupo también integra voluntades,al realizar eventos propios y participar en actos políticos, ya que a través delas actividades artísticas la gente converge en escenarios comunes.
La iniciativa de este Sistema Sonoro ha permitido a sus integrantes aprendermusicalmente, ya que la mayoría de ellos son empíricos; pero también suexperiencia los ha convertido en un colectivo que crea integracionesalternativas a través de la resistencia, siendo el arte su medio de expresión ya la vez de unificación, en donde la música y la imagen se convierten en elvehículo para expresar su rechazo a condiciones deshumanizantes. Sulenguaje les ha permitido encontrarse en diversos escenarios del mundo,como el Festival de Objeción de Conciencia, efectuado en Medellín en 1997;el Skate Park de Argentina, en 1998; el cumpleaños de la localidad deKennedy (Bogotá), celebrado en 2002, o la gira “En resistencia culturalEspaña y Alemania”, realizada en 2005.
El cartel del Ska, un sistema sonoro-resistente
La intención de reconocer la música y otro tipo de expresiones artísticascomo un lenguaje que puede hacer lecturas de diversas realidades socialesde injusticia y desigualdad hace que experiencias como ésta permitan pensarque existen formas diferentes de comunicar mensajes de resistencia frente asituaciones de violación de derechos humanos o a consecuencias de la guerra. Esto último es lo que hace relevante una iniciativa como la del SistemaSonoro Skartel, ya que a través de la mezcla de elementos musicales y políticosse producen expresiones culturales de resistencia que, aunque todavía noexpresan integraciones regionales contundentes, en este plano de la culturaevidencian que se están tejiendo propuestas de construcción de integracionesalternativas.
La construcción de integraciones desde el escenario cultural, si bien sevislumbra en esta experiencia, no es el objetivo central del colectivo sinouna posibilidad abierta que se realiza en los intercambios y las articulacionesque pueden resultar con diversas experiencias similares de resistenciapresentes en varios países de América Latina, y que encuentran en la músicao el arte una forma de resistir.
Esto último permite reconocer de qué manera las integraciones se expresanen el ámbito cotidiano, ya que ellas no se plantean como un fin en sí mismo–a diferencia de los tratados y los esfuerzos que gubernamentales–, sinoque se van construyendo en la medida en que puedan existir cosas quecomunicar en escenarios más amplios que los locales, lo cual permite elestablecimiento de vínculos a partir de apuestas alternativas.
El sistema sonoro integra ritmos, posturas políticas, gentes y mensajes, ydesde allí también podría entenderse la integración como la posibilidad deintroducir en su lenguaje musical una diversidad de elementos que lanzanmensajes a diferentes públicos en los conciertos, las marchas o los diversosactos de denuncia en los que participan, cuando la resistencia a los abusos yla solidaridad constituyen la manera como se encuentran e integran con otros.
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