En el itam (mesas de trabajo referente a la ley del issste

Conferencia dictada por el Dip. Elías Cárdenas Márquez el
10 de qabril de 2007, en el Instituto Tecnológico Autónomo
de México (ITAM), sobre la Ley del Instituto de Seguridad
y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado.
“Mientras más leyes y decretos se promulgan tantos más ladrones y bandidos surgen”. Tao Te King. Libro del Tao y su Virtud. Epigrama, XVII, Pág. 178. Editorial Cuatro Vientos, Santiago, Chile. 1990. El sábado 31 de marzo de 2007 fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, mediante el decreto que el Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos se sirvió enviarle al ciudadano Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. La llamada también Ley Calderón-Gordillo se originó en la Cámara de Diputados en la sesión ordinaria correspondiente al 15 del mes próximo pasado, mediante iniciativa de ley presentada por el diputado federal priísta, Samuel Aguilar Solís, y otros diputados pertenecientes a las bancadas de los partidos Acción Nacional, Verde Ecologista y, por supuesto del Partido Nueva Alianza Social cuya franquicia pertenece a la maestra Elba Esther Gordillo Morales, como es fama pública y hecho notorio. Lamentablemente, después se sumó el Partido Alternativa Social, Demócrata y Campesino, que presume de la ideología de centro – izquierda, como su nombre lo indica. La iniciativa de marras, después de la ya tradicional toma de tribuna por parte de diputados de los partidos de izquierda, encabezados por el de la Revolución Democrática y varios forcejeos y debates estériles, fue turnado a las Comisiones de Seguridad Social y Hacienda y Crédito Público de la propia cámara de origen. Después, el 19 de marzo, por acuerdo de la citadas comisiones, se llevó a cabo la conferencia con las comisiones homólogas del Senado, y como era de esperarse, con algunas ligeras modificaciones, se devolvió a la Cámara de Diputados, que el 22 de marzo, el pleno aprobó dicho dictamen de las Comisiones Dictaminadoras, entre gritos, abucheos, y reyertas verbales. Mientras afuera de la Cámara, se imponía la brutalidad policíaca contra los manifestantes inconformes por esta ley que fue elaborada a espaldas de las mayorías interesadas, en petit comité, y en forma premeditada, oscura y aleve. Cosas, pues, de la democracia, dirán sus panegiristas. Viene al caso para el propósito de esta charla la relatoría, aunque breve, de los antecedentes de la ley del ISSSTE, que contrariamente a lo esperado por la camarilla de sus autores, ha encendido, una vez más, los ánimos nacionales. El método usado por la mancuerna prianista y demás fauna de acompañamiento, en esta ocasión anticipa el mecanismo futuro para lograr los “grandes acuerdos” – las comillas son imprescindibles en este caso de las llamadas “reformas estructurales” – aquí las comillas se asumen irónicas- que en el fondo son profundas aspiraciones contrarreformistas que pretenden ahondar el injusto modelo económico que construye a ciegas su propio suicidio. Este es, pues, el recurso del método de la connivencia y la complicidad de quienes son y no pueden, y de los que fueron y no pudieron. Bien, veamos ahora otro ángulo. Para ello déjenme decirles que el 29 de marzo pasado, compareció ante la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, el Contador Público Certificado, Arturo González de Aragón, Auditor Superior de la Federación, para rendir el Informe de Resultados de las Revisiones de la Cuenta Pública de 2005, conforme lo dispone el artículo 69 de la Ley de Fiscalización Superior de la Federación y el artículo 74 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Allí, dio cuenta y razón de las observaciones realizadas mediante el Informe de Auditorías, Visitas e Inspecciones de todas aquellas dependencias que manejan recursos federales y que también implican los convenios realizados con gobiernos locales, e informó de irregularidades que ascienden a 26 mil millones de pesos. Quiero compartir con ustedes el siguiente párrafo inserto en el citado informe del Auditor Superior de la Federación para ilustrarlos sobre la situación deficitaria del ISSSTE. “Cabe mencionar que si bien los fondos se sostienen con las cuotas y aportaciones que realizan los trabajadores y el estado conforme a los sueldos básicos de cotización, los recursos que obtiene el instituto para su financiamiento en la actualidad son insuficientes: en 1992 el déficit fue de 28.5% y se cubrió, con las reservas actuariales; en 1998 ascendió a 50% y comenzó a ser cubierto con transferencias del gobierno federal, y en 2005 el déficit se ubicó en 68.0%. Pero para hacer un análisis a contrapelo de este dictamen permítanme también transcribir el artículo 230 de esta ley donde el laberinto del fauno de Guillermo Arriaga es una historia costumbrista frente al laberinto creado por los autores de esta ley. Artículo 230, párrafo final, “El instituto se considerará de acreditada solvencia y no estará obligado a constituir depósitos o fianza legal de ninguna clase”. Este hecho lo dejo para que su inteligencia y capacidad lo medite y lo valore. Posteriormente, el propio Auditor Superior de la Federación, durante una entrevista en el programa televisivo de la CNN, conducido por la periodista Carmen Aristégui - cuyo profesionalismo destaca en un río mediático que se achica y autocensura por el cerco de intereses que lo avasallan y manipulan – afirmó que las tres principales fuentes de corrupción en México son la burocracia, la tramitología y la discrecionalidad. El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, conocido por sus siglas como el ISSSTE, es una de las entidades que mejor le queda el saco confeccionado por el Auditor Superior de la Federación. El ISSSTE, institución que nació durante la etapa de los gobiernos postrevolucionarios, para cumplir con el objetivo de dar la mayor y mejor cobertura a los principios de la seguridad social en México, devino, bajo el desgobierno de Miguel de la Madrid Hurtado y los que los sucedieron, lamentablemente, en una institución en que creció la burocracia, se multiplicó la tramitología y se profundizó la discrecionalidad. Hay miles de ejemplos que documentan este hecho. Sólo un factor para demostrar que los trámites, únicamente por lo que se refiere a pensiones, que tienen que padecer los aspirantes a su pensión, sin contar con el viacrucis de solicitud y obtención de sus hojas de servicios en las dependencias de la administración pública en que laboraron. En cuanto a la discrecionalidad baste recordar, como pequeño botón de muestra, las cuantiosas pensiones otorgadas a altos directivos de la institución en casi todas las camadas que por ella desfilaron, y de quienes, sin pertenecer a ella, fueron beneficiados y favorecidos por una recomendación “superior” o bien por los líderes sindicales en turno de mañana, tarde, moda y noche, cronófagos presupuestívoros de base y tiempo completo. La mal llamada y mal querida Ley del ISSSTE fue elaborada, deliberada y calculada en sus tiempos, impactos económicos, sociales y mediáticos, y en su control de costos políticos, por las camarillas de líderes y pseudos servidores públicos, en la oscuridad de los túneles del poder. Se hizo a espaldas de organizaciones sindicales, organizaciones no gubernamentales, agrupaciones políticas, partidos políticos, - salvo los de la santa alianza prianista - y la sociedad civil, digo, esta ley, no tomó en cuenta siquiera el estado económico, financiero, social y político que guardaba la institución, menos aún se contó con una auditoría de desempeño. Por lo tanto y como primera conclusión de mi parte, la ley del ISSSTE, deviene antidemocrática, inmotivada y sin fundamento que la sostenga como una ley firme, justa y democrática. Déjenme ir por la segunda de mis conclusiones. Es de sentido común en el mundo empresarial, y creo que vale para los negocios públicos, que una empresa o institución en quiebra técnica, como en los últimos sexenios - recordemos que esta patria se mide sexenalmente tras los diluvios torrenciales de cada desadministración presidencial – repito, lo elemental que debe verse es el estado de cuentas que guarda, para tomar todas las medidas de corrección, libres de vicios ocultos el estado de los pasivos con relación a los activos, y una planeación de adeudos en el corto, mediano y largo plazo por señalar elementales reglas para el saneamiento de una institución. Se da el caso que, como decían los decimonónicos, se obró a trompatalega, con la mayor dosis de irresponsabilidad o tal vez la mayoría de los mortales desconocíamos si existió tan siquiera un estudio actuarial sobre la situación real del ISSSTE. De una superficial lectura de la minuta del Senado de la República, no se advierten más que prospectivas de deliciosa ambigüedad que pintan un cuadro de necesidad imperiosa para las finanzas nacionales, sin que lo sustenten en cifras y argumentaciones convincentes. Son sólo resonancias y ecos lejanos que con el tiempo lograron sedimentar e institucionalizar, de versiones “apanicadas”, manipuladas desde las tuberías del drenaje privatizador y oficialista. Para nadie, que haya vivido estas últimas décadas con la conciencia alerta y la necesidad tratando de tumbarle la puerta, el avance de la globalización encarna las nuevas formas justificatorias del capitalismo salvaje, alentadas por diseños de políticas de gran alcance, mediante la tendencia privatizadora que se exige, so pena de castigos insólitos e inusitados a las viejas soberanías de nuestros países, desde las sensuales cuanto poderosas oficinas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el BID y demás fauna financiera mundial. Con políticas plenas de rigor extremo y sin miramiento alguno el desgobierno delamadridista, se desmanteló la economía mixta del sector estatal, sentando las bases para privatizar la banca, y destruir con la precisión matemática de un depredador de alta tecnología, el sector social, constituido por cooperativas, organizaciones sociales para el trabajo y sociedades de solidaridad social, que configuraron los gobiernos de rapiña de Carlos Salinas de Gortari y sucesores. Sí, aquella economía en la cual se cimentaba el llamado “milagro mexicano” del desarrollo estabilizador que otorgaba a México, el siempre añorado siete por ciento de crecimiento económico, que si bien era la vía de un desarrollo con pobreza, la seguridad social era, cuando menos, una bandera que ondeaban los últimos aires de los principios de nuestra revolución interrumpida y hoy olvidada. La ley del ISSSTE, - plantea una auténtica contrarreforma. Es el mejor intento y la vía por la cual se aplicará la privatización del ISSSTE. Sería suficiente leer los artículos de la misma para entender el “espíritu del legislador” - las comillas muestran su peyoratividad off course – y más al detalle los artículos referentes al nuevo Frankestein denominado Pensionissste, que en un término menor a 36 meses, se convertirá – por decreto presidencial por supuesto - en afores manipuladas por la banca privada y leonina que se apresta a cobrar monstruosas comisiones por administrar dinero ajeno; bien decía el pensador europeo Bertold Bretch, que es más delito ser propietario de un banco, que asaltarlo. Y ésta es mi segunda conclusión. La ley del ISSSTE, es parte de una ola mayor, el tsunami neoliberal mexicano de privatización que asoma en las contrarreformas que pretenden los gobiernos de la derecha, montados en las políticas neoliberales y globalizadoras, donde desaparece la faz de nuestra nación, para mostrar una sociedad sin rostro como lo dejó plásticamente previsto, David Alfaro Siqueiros, en el mural del Polifórum que lleva su nombre. O sea, sin más, el pueblo convertido en una sociedad anónima de capital variable. La ley del ISSSTE es el mayor intento de los gobiernos de la ultraderecha por enajenar esta institución emblemática - que junto con el Seguro Social como fueron los cimientos de un régimen de seguridad social que fortalecía la relación de los gobernantes con la sociedad. Y esta es mi tercera conclusión. Sería suficiente para apoyar a ésta detenerse a leer, entre otras cosas, el articulado relativo a la subrogación de los servicios médicos y de otra índole, y, por otra parte, las pensiones que manejan al alimón, por el pensionissste – que se complicó con cuentas individuales y subcuentas para diversas áreas – en contubernio con empresas administradoras, financieras, y aseguradoras del sector privado Porque existe en los últimas décadas un evidente crecimiento de la burocracia al interior del ISSSTE y la discrecionalidad con el que siempre ha operado, sin rendir cuentas a la sociedad, no obstante el cuantioso manejo de recursos públicos; recursos que nos pertenecen a todos, y por lo mismo se deben mantener alejados de los conceptos patrimonialistas que en el pasado fueron fuente inagotable de la corrupción, que ahora, pretenden imponer mediante una mayor discrecionalidad que se advierte en todas la facultades que se dejan al arbitrio y capricho de todas la dependencias y órganos internos y periféricos de la institución. Sería tarea prolija tratar a detalle las insuficiencias y los excesos de este corpus normativo. De su lectura brotan, como de una moderna caja de Pandora, todos los vicios declarados y ocultos de esta ley. De un somero análisis de la misma podemos constatar puntos de inconstitucionalidad que agreden los derechos de los trabajadores, condicionando éstos a una farragosa tramitología y violando elementales principios del derecho del trabajo como es el de revertirle la carga de la prueba a éste, pues para la ley sufre una capitis diminutio porque tuvieron la idea los tecnócratas que elaboraron dicha ley que pensionistas, trabajadores y tributarios de los dudosos beneficios que les asignan, carecen de la más elemental capacidad para discernir por ellos mismos. Por éstas y otras razones la ley en comento es autoritaria al imponer criterios que violan los preceptos constitucionales y diferentes leyes que emanan de los mismos. Pero también al autoritarismo lo acompañan la confusión dentro de la virtualidad que profesa, y de sus características permisivas lo que se demuestra cuando permite al Poder Ejecutivo modificar el Presupuesto de Egresos de la Nación, que es, como ustedes saben facultad exclusiva de la Cámara de Diputados. Una visión global de esta ley nos lleva a la última de las conclusiones y que es la de que se privilegió la solución financiera para resolver un problema acumulado en largos años de ineficiencia, corrupción y dispendio que ahora se pretende llevar a una visión de borrón y cuenta nueva, sin exigir las responsabilidades en que incurrieron las administraciones sexenales anteriores; y olvidar que la primera obligación del estado, y principalmente del caso de México, sería buscar la solución social del nudo gordiano que representa el delicado conflicto de las pensiones y los servicios a los derechohabientes que causan un tremendo hoyo negro a las finanzas públicas y ésta sería la cuarta y última de mis conclusiones. Señoras y Señores: En mi opinión sólo un análisis serio y responsable por parte de todos los sectores involucrados en el problema, podrá darnos una solución equilibrada, justa, prudente y jurídica de esta controversia que se plantea entre el gobierno y una gran parte de la sociedad. No es mi estilo ser agorero del desastre pero en este caso, no puedo más que señalar que la ley del ISSSTE camina hacia el propio abismo que ha creado. A ello agregaría mi condición de pensionado, por no asumirme como futura víctima de una legislación, que sólo atendió la necesidad apremiante con un método precipitado, irreflexivo, basado en una matriz de costo-beneficio inmediato, despreciando la participación democrática y los más elementales principios de justicia social. Muchas gracias.

Source: http://www.convergenciamexico.org.mx/Conf__El_as_C_rdenas.pdf